miércoles, 13 de junio de 2012

Aebli


Es ampliamente reconocida la impronta de las experiencias cotidianas y las escolares como dimensión formativa. El fragmento de Aebli (1988) transcripto a continuación, fundamenta y argumenta esta posición:

“...toda persona aporta, a partir de su experiencia de la vida cotidiana, habilidades y capacidades que puede ampliar y profundizar hasta lograr las destrezas propias de la enseñanza, hasta la “aptitud para enseñar”. Las dotes para la enseñanza no son ni una misteriosa predisposición natural, ni una ciencia que se puede inculcar al hombre a partir de la nada. La competencia didáctica se constituye a partir de comportamientos elementales que se han ido desarrollando en la vida diaria y se van diferenciando a partir de actividades que cualquier persona despliega en contacto con los demás".

Con respecto a este fragmento me pareció importante compartirlo con todas ustedes, mis compañeras desde el inicio de esta carrera, ya que creo que es un reflejo de lo que se nos propuso en este taller de EDI de Prácticas.

Espero que les guste!!!! 

Saludos, Sofi

No hay comentarios:

Publicar un comentario